ANRD y las mujeres

Las y los militantes de la ANRD, asà como sus dirigentes y representantes en todos sus niveles, asumimos, con base en nuestra vocación igualitaria, el respeto y obligación a llevar a cabo todas nuestras acciones y a programas bajo los principios de igualdad sustantiva, perspectiva, transversalidad y paridad de género, asà como el principio de despatriarcalización.
Por igualdad sustantiva entendemos la igualdad de hecho o material por oposiciĂłn a la igualdad de derecho formal. Luchamos por modificar las circunstancias que impiden a las personas el pleno ejercicio de sus derechos y el acceso a las oportunidades a travĂ©s de medidas estructurales, legales y de polĂtica pĂşblica.
Por perspectiva de gĂ©nero, la eliminaciĂłn de las causas de la presiĂłn de gĂ©nero como la desigualdad, la injusticia y la jerarquizaciĂłn de las personas sobre la base del gĂ©nero. En este sentido promovemos la igualdad entre los gĂ©neros a travĂ©s de la equidad, el adelanto y el bienestar de las mujeres, para contribuir a construir una sociedad en donde las mujeres y los hombres tengan el mismo valor, igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los recursos econĂłmicos y a la representaciĂłn polĂtica y social en los ámbitos de toma de decisiones.
La transversalidad de género, la aceptamos como el proceso de garantizar la incorporación de la perspectiva de género en todas las acciones y programas, con el objetivo de valorar las implicaciones que tiene para las mujeres y los hombres.
Por paridad de gĂ©nero, el reconocimiento como uno de los propulsores determinantes de la democracia, cuyo fin es alcanzar la igualdad en el ejercicio del poder en la toma de decisiones, en los mecanismos de participaciĂłn y representaciĂłn social y polĂtica, asĂ como, en las relaciones familiares al interior de los diversos tipos de familias, en las relaciones sociales, econĂłmicas, polĂticas y culturales, para lograr erradicar la exclusiĂłn estructural de las mujeres. En particular se hace indispensable obligarnos a la paridad de gĂ©nero de manera integral en las candidaturas que deben abarcar tanto las de mayorĂa relativa y las de representaciĂłn proporcional, asĂ mismo en la conformaciĂłn de las estructuras de los distintos niveles de gobierno.
Por Ăşltimo, por despatriarcalizaciĂłn, el compromiso de modificar las condiciones sociales y el modo de producciĂłn y distribuciĂłn de la riqueza que somete a las mujeres y la sobre-representaciĂłn de los hombres en los espacios de toma de decisiones. Luchamos porque ambos, mujeres y hombres, asuman la responsabilidad del cuidado de las personas que lo requieren en las familias e impulsar la conciliaciĂłn entre las labores del trabajo externo y del hogar, ya que se requiere el concurso de ambos sexos en estas actividades.
Por tanto, pugnamos por el acceso de las mujeres al pleno ejercicio de sus derechos humanos, polĂticos, sexuales, reproductivos y a decidir de manera libre e informada sobre su cuerpo.
Además la ANRD asume el compromiso de transformar las dinámicas, rutinas, normas, asĂ como la organizaciĂłn y liderazgo masculino y femenino que prevalece en la vida polĂtica interna y externa de nuestro movimiento. Nos comprometemos a respetar estrictamente los principios arriba señalados a todos los niveles de nuestra organizaciĂłn partidaria, en su representaciĂłn popular y en la elecciĂłn de candidaturas y nos oponemos a cualquier conducta engañosa y simuladora que impidan el avance a una verdadera equidad entre mujeres y hombres.
Por igualdad sustantiva entendemos la igualdad de hecho o material por oposiciĂłn a la igualdad de derecho formal. Luchamos por modificar las circunstancias que impiden a las personas el pleno ejercicio de sus derechos y el acceso a las oportunidades a travĂ©s de medidas estructurales, legales y de polĂtica pĂşblica.
Por perspectiva de gĂ©nero, la eliminaciĂłn de las causas de la presiĂłn de gĂ©nero como la desigualdad, la injusticia y la jerarquizaciĂłn de las personas sobre la base del gĂ©nero. En este sentido promovemos la igualdad entre los gĂ©neros a travĂ©s de la equidad, el adelanto y el bienestar de las mujeres, para contribuir a construir una sociedad en donde las mujeres y los hombres tengan el mismo valor, igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los recursos econĂłmicos y a la representaciĂłn polĂtica y social en los ámbitos de toma de decisiones.
La transversalidad de género, la aceptamos como el proceso de garantizar la incorporación de la perspectiva de género en todas las acciones y programas, con el objetivo de valorar las implicaciones que tiene para las mujeres y los hombres.
Por paridad de gĂ©nero, el reconocimiento como uno de los propulsores determinantes de la democracia, cuyo fin es alcanzar la igualdad en el ejercicio del poder en la toma de decisiones, en los mecanismos de participaciĂłn y representaciĂłn social y polĂtica, asĂ como, en las relaciones familiares al interior de los diversos tipos de familias, en las relaciones sociales, econĂłmicas, polĂticas y culturales, para lograr erradicar la exclusiĂłn estructural de las mujeres. En particular se hace indispensable obligarnos a la paridad de gĂ©nero de manera integral en las candidaturas que deben abarcar tanto las de mayorĂa relativa y las de representaciĂłn proporcional, asĂ mismo en la conformaciĂłn de las estructuras de los distintos niveles de gobierno.
Por Ăşltimo, por despatriarcalizaciĂłn, el compromiso de modificar las condiciones sociales y el modo de producciĂłn y distribuciĂłn de la riqueza que somete a las mujeres y la sobre-representaciĂłn de los hombres en los espacios de toma de decisiones. Luchamos porque ambos, mujeres y hombres, asuman la responsabilidad del cuidado de las personas que lo requieren en las familias e impulsar la conciliaciĂłn entre las labores del trabajo externo y del hogar, ya que se requiere el concurso de ambos sexos en estas actividades.
Por tanto, pugnamos por el acceso de las mujeres al pleno ejercicio de sus derechos humanos, polĂticos, sexuales, reproductivos y a decidir de manera libre e informada sobre su cuerpo.
Además la ANRD asume el compromiso de transformar las dinámicas, rutinas, normas, asĂ como la organizaciĂłn y liderazgo masculino y femenino que prevalece en la vida polĂtica interna y externa de nuestro movimiento. Nos comprometemos a respetar estrictamente los principios arriba señalados a todos los niveles de nuestra organizaciĂłn partidaria, en su representaciĂłn popular y en la elecciĂłn de candidaturas y nos oponemos a cualquier conducta engañosa y simuladora que impidan el avance a una verdadera equidad entre mujeres y hombres.